Con la conchudez que te da el no tener nada que perder, estamos participando en "20 blogs peruanos", un concurso que premia a los mejores blogs en distintos rubros. Recogebolas va en la categoría "Deportes". Para votar, solo dale click al enlace de la derecha.
Es al toque, no seas pendejo.

lunes, 18 de julio de 2011

Se fue Brasil: se rompen las cadenas

Se fue el equipo de Neymar, de Robinho, de Pato, de Ganso, de Elano y de toda la gente brava que trajo Menezes a Argentina. Se fue el pentacampeón del mundo, el que campeonó cuatro de las últimas cinco Copa América que se han realizado. Se fue el equipo joven que pregonaba sobre el “jogo bonito”, pero prometen volver recargados. Y probablemente lo hagan. Vamos, es Brasil. Sus jugadores son jóvenes y técnicamente superdotados. ¿Y por qué se fue? Porque al frente estuvo Paraguay, con aquella forma de jugar tan conocida, que tumba gigantes, que se agranda ante las adversidades, que tiene la defensa más sólida del continente hace más de quince años. Ese Paraguay que armaron desde Carpeggiani hasta Martino y que disfruta su gente.

Te topaste con el arquero de la Copa, Brasil. Partidazo de Justo Villar, incomprensiblemente en el modesto Valladolid de España. Lo recuerdo en Newell’s hace unos años, ya derrochaba talento y seguridad en el arco. La defensa paraguaya no estuvo del todo sólida, pues Brasil creó jugadas de peligro constantemente, y no pocas. El mediocampo paraguayo no pudo detener a los creadores y extremos del “Scratch”. Idea al aire: ¿sería irreal apostar por una banda derecha con Maicon y Dani Álves? Como para probar, ¿no? En este partido no hay mucho que reprocharle al equipo brasilero. No demostró gran fútbol a lo largo de la Copa y quizás hoy realizó su mejor partido, pero el arco se le cerró. O se lo cerró Villar: tapó, literalmente, hasta con los huevos.

Dato curioso: Paraguay está en semifinales tras empatar los cuatro partidos que jugó. No ha ganado ni lo han derrotado. Debe ser un caso atípico en la historia de la Copa América.

La garra que tiene Haedo Valdéz, la presencia que imponen Verón y Da Silva, la velocidad y sorpresa que simboliza Estigarribia… el equipo que tiene Paraguay. No han ganado aún en la Copa, pero en eso radica siempre la magia de la selección albirroja: nunca enamora con su fútbol, pero hace, por lo menos, lo justo. No vas a ver a Vera lanzando caños, a Lucas Barrios llevándose a cinco jugadores y definiendo de lujo. Imposible. Paraguay te propone un juego serio, quizás monótono, pero efectivo. Sus bases son la anticipación, la concentración, el pase seguro, el juego efectivo por arriba, sus mujeres en la tribuna —qué grata revelación—

Los penales fue algo surreal. Cuatro pateados por parte de Brasil y los cuatro fallados. La cancha estaba mal; el pasto explotaba con cada patada y barrida. Y ante eso, Paraguay apostó a la contundencia antes que a poner la pelota en el ángulo imposible. Brasil no lo entendió, no pudo traicionar su esencia del “jogo bonito” y trató de colocarlas todas arriba o al costado del palo. Y lo pago carísimo: con su prestigio.

 Se fueron los que eran cuatro favoritos en estas semifinales: Argentina lo era ante Uruguay solo por la localía, Colombia lo era por la sobredimensión de siempre, Chile por el fútbol exquisito que mostró por momentos, y Brasil porque es Brasil. Todo Paraguay celebra. Y me atrevo a decir que todo América lo hace, porque tanto esto como lo de Uruguay son dos gritos de libertad del resto de equipos sudamericanos, de emancipación de las potencias y aquel tedioso escenario dividido entre argentinos y brasileros.

1 comentario:

  1. muy cierto todo lo dicho.. lastimosamente tanto argentina como brasil no son capaces de aceptar que no son los unicos del futbol en america.. y somos los "pequeños" Perú,Uruguay,Venezuela y mi querido Paraguay los protagonistas del deporte mas popular del mundo... y somos la prueba de que con humildad se llega lejos.. excelente articulo..:)

    ResponderEliminar