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lunes, 1 de agosto de 2011

Perú: el balance final de la Copa

Se acabó, ya no más vistazos desde la óptica pasional y teniendo como base al lógico entusiasmo producto de una gran campaña copera luego de muchos años. Es momento de hacer una pausa y observar con ojos críticos a los jugadores que Markarián llevó a Argentina. Es hora de enfocarnos en lo que realmente hicieron en la cancha, más allá de los agradecimientos y la algarabía. Hay muchísimas cosas positivas, pero también varias negativas a tener en cuenta. Comenzamos…

Fernández: Es un arquero aún inexperto y que mostró inseguridad en casi todos los partidos. Valgan verdades, fue gracias a la mala puntería de los rivales o a la prodigiosa intervención de algún defensor nuestro que no vio su valla vencida en tantas circunstancias. En todo caso, le hicieron bien los cinco partidos que jugó. Pienso igual que el “Mago”: es el arquero del futuro. Y, por eso, tenía que tener minutos.

Libman: Acá siempre dijimos que tenía un techo mucho más bajo que el de “Superman”. El buen Salomón solamente jugó un partido y estuvo impreciso en las salidas en los centros. Justamente, en una de ellas vino el gol chileno y la tan dolorosa derrota. Para tener en cuenta, pero para la banca. Vete de Alianza ya, a Israel o México, pero no esperes más tiempo.

Butrón: Es jodido. Algunos dicen que el arco debe ser suyo cuando vuelva, pero eso significaría cortar el ascenso de Fernández u otro golero. Da más seguridad, es más serio, tiene mucho más experiencia que todos los demás juntos, pero no juega hace tiempo y faltan solo dos meses para las Eliminatorias. Tu problema, Markarián.

Acasiete: El mejor de la zaga de Perú. Cuando todos pensaban que volvía para jugar en Cristal, que el puesto era de Zambrano, y que estaba ya en plan de salida, el buen “Santi” se jugó los mejores partidos de su vida con la selección, y demostró que aún le quedan algunas cuantas batallas encima. Fue el líder de la defensa. Siempre bien parado y con voz de mando. Para mí, titular fijo hoy en día. Lo pongo en mi once ideal de la Copa América.

Rodríguez: Otro que destacó, pero que tuvo claros errores por fallas de cálculo. Contra Venezuela y Uruguay, sobre todo. Inamovible igual y quizás excusado por las lesiones en una que otra jugada. En líneas generales, jugó muy bien y fue pieza clave de esa defensa. Por arriba, impasable. En el rubro del juego aéreo fue el mejor de Perú. Está maduro y es confiable.

Ramos: Me sorprendió sobremanera. Uno pensaba que se iba a meter los cagadones a los que nos tiene acostumbrados en Alianza, pero fue un marcador aplicado en los tres partidos que le tocó actuar. Muy bien por arriba y atento para anticipar al rival en cada jugada —que no es poca cosa, pues, cuando un jugador te supera por técnica (lo evidenció en una jugada contra un venezolano) lo mejor es no esperar a que agarre la pelota y te deje mal parado—. Bien, ah, como para taparle la boca a las viudas de Contreras y Galliquio. ¿A Newell’s o Braga? Apura que Alarcón te la malogra.

Vílchez: Cumplidor. Esa es la palabra que define al “Pacho”. Un jugador que siempre pasa inadvertido, que no destaca, pero que cierra su zona. Lo superan en velocidad y él lo sabe. Markarián debería reforzar la marca del mediocampo por su sector, pues con una pared bien armada del ataque rival el defensor es rápidamente vencido. Por ahora es fijo y no nos quejamos. No le caería nada mal, eso sí, ir a Tigre y consolidarse afuera. Estás muy viejo para dejar pasar el tren, Vílchez, no seas tarado.

Revoredo: A Renzo yo lo quería en la selección desde hace ya un par de años, cuando llegó a la “U”. Además de cerrar su banda como ninguno otro, es polifuncional: hasta de volante de marca puede jugar —como en Bolognesi—. Tiene el estado físico que se requiere para la posición y, a pesar de su tamaño, va muy bien por arriba. Le falta un poco en el mano a mano no más. No hay dudas de que esa banda derecha es suya, y de que debería estar jugando afuera hace rato. Ofertas tiene, que no deje que la “U” le malogre el futuro por pedir demasiada plata.

Corzo: Mejoró en marca porque le puso huevos a las jugadas, corrió lo que siempre tuvo que correr y dejó de regalarse tan fácil frente al rival. Aunque en el gol venezolano no hizo el acompañamiento a Arango y la fregó completa. Sigue siendo inocentón y limitado, pero esa ya es su marca registrada. En ofensiva no aportó, pero cumplió ante la emergencia. Suficiente.

Carmona: No entiende el puesto: ni ataca ni defiende bien. Por ese lado Uruguay nos pasó una y otra vez en semifinales; no sabe marcar, pues. No corre, lo llevan fácil, le ganan la espalda… Y en ataque, el que en teoría era su plus, no aportó absolutamente nada. No pasó a los defensores nunca, no sacó un buen centro jamás ni penetró en el área con algún minúsculo peligro. De su físico tampoco sacó provecho en ninguna jugada. No estaría mal reconsiderar la opción de Guisazola. Como dijimos, fue más Barney que “Camión”.

Yotún: Uno que vio la Copa Kirín dijo “la puta madre, este es fijo”, pero ya en Argentina no demostró lo mismo. Con el paso de los partidos fue ganando en atrevimiento, pero nunca llegó a perder del todo el nerviosismo. Quedó clarísimo en varias de las pelotas tontas que perdió por mal control. Fue un poco desordenado y los volantes de cada rival lo aprovecharon más de una vez. Es para tenerlo en cuenta cuando se consolide un toque más, pero igual le gana la pulseada a Rabanal por ese lado. A Bélgica u Holanda, al parecer.

Balbín: Desapercibido solo por la posición en la que juega, porque hizo una gran Copa. Tiene carita de chibolo inocente, pero marca, quita y patea sin importarle nada. Su problema viene al recuperar la pelota, pues no demuestra tener un buen criterio para jugarla. En alguna ocasión abusó de confiado o pecó de distraído y nos terminó complicando. Como fuera, hoy en día el puesto parece ser suyo. Mejorar eso: concentración y pase al compañero. Básico para el puesto. Lo quieren de afuera y le aconsejamos que no deje pasar las ofertas.

Gonzáles: Quién hubiera dicho hace un par de años, cuando recién lo vimos jugar, que actualmente sería un jugador de selección. El “Toñito” mejoró y se controló. Ahora pega lo necesario, pero, sin embargo y como otro defecto, sigue creyendo que en cada jugada que se tire al piso le van a pitar a favor. Mal endémico del fútbol peruano. No jugó casi nada, pero estuvo en lo suyo: correr, quitar y pasar. Está para irse ya, para terminar de formarse en un fútbol donde lo exijan de verdad. Dicen que sería a Argentina o México y dentro de poco.

Ballón: Su carrera se estancó al irse a River. No se consolidó nunca y perdió el puesto en la selección. Para colmo, le vino la lesión que hizo que Balbín tomara protagonismo. Hoy por hoy, su lugar está en la banca. Ojalá que en la San Martín agarre ritmo, vuelva a ser el jugador que todos conocimos y chape otro equipo de afuera.

Guevara: Los pases a Guerrero lo hicieron famoso. Fueron tres contando el de Senegal. Sin embargo, de los tres volantes ofensivos peruanos fue al que más le costó olvidarse de su posición de ‘10’ y comprometerse al ida y vuelta que la posición exigía. Por ahí que por eso el “Mago” le dio menos minutos que a Cruzado y Lobatón. En contra: cuando se desconecta del partido, tira la toalla de manera clara y se vuelve más carga que aporte para el equipo. Dicen que lo quieren de Alemania y Chile. Ojalá, pues, ¿no?

Lobatón: A este lo pedimos en más de una ocasión, pero su irregularidad —y el caso El Golf—le jugó muy malas pasadas en anteriores procesos. Técnicamente superdotado, por fin entendió el trabajo colectivo como algo que lo obliga a correr y marcar, no solo al cómodo pase acertado y al remate de larga distancia. Se comprometió a moverse y de ahí vinieron sus aciertos en la cancha. A mi gusto, un escalón por encima de Guevara y Cruzado. Problema: no es rápido y tiene ya sus años. Sin embargo, igual lo quieren de otros países. Que no desaproveche otra oportunidad más.

Cruzado: Este particularmente me tapó la boca. El asunto es que uno tiene que observarlo bien dentro de la cancha para entender lo que hace. Ocupa muy bien el mediocampo. No recupera tantas pelotas, pero obstruye y ensucia el juego, característica que no era suya cuando recién apareció. Garantiza un toque seguro y acertado, pero le falta pisar con mayor presencia los metros finales, pues de ahí parte del problema de nuestra ofensiva. Le salió linda con el Chievo. Con seguridad compartirá el mediocampo con Ramírez.

Vargas: Es un jugadorazo. El más potente, el más luchador y el que mejor sabe rematar de lejos, todo lo que quieran. Sin embargo, parece que nunca termina de entender el rol de referente que cumple en el equipo. Estaremos condenados a apreciar esas mismas rabietas por el resto de sus días. No entiende que no ayuda en nada en ese plan de palomilla. No está para capitán, en absoluto. Que se mantenga en lo suyo, ya que en eso destaca nítidamente. Le otorgó peso y jerarquía al endeble ataque peruano y demostró su facilidad para jugar en puestos ofensivos. La cinta para otro, “Mago”.

Advíncula: Forrest Gump. Corre un huevo, pero no piensa mucho. Esos segundos en los que se decide qué hacer con la pelota son su deuda. Lo hizo en el pase a Guerrero ante Venezuela y le salió genial. Un poco más de eso y de no fingir faltas y tendremos un interesante extremo. Ha entendido que debe bajar con el rival y que debe explotar su velocidad. Que no espere más para irse a Holanda o Italia, de acá ya no va a recoger mucho más en el campo de aprendizaje. El puesto por ese lado, de todos modos, es de Farfán.

Carrillo: Tuvo a Vargas y Yotún delante suyo. No hubo mucho tiempo para probarlo, pero al menos se sabe que es del interés de Markarián a futuro. Jugó poquísimo tiempo, pero igual se las ingenió para pararse justo en el lugar que no debía y cometer el autogol más doloroso de los últimos tiempos. Ojalá que en Portugal desarrolle físico, disciplina táctica y le descongelen ese pecho.

Chiroque: Se llevó las palmas de todo el mundo por su juego alegre y con reminiscencias de épocas más sencillas. Encaró al que se le puso adelante. Fue divertidísimo verlo parado al costado de Vizcarrondo. La mano del defensor era del tamaño del tórax de “Periquito”. Una lástima lo de su edad y su fragilidad, pero un gran redescubrimiento a estas alturas. Estará sí o sí en las Eliminatorias. Otro que esperamos no priorice la familia antes que una última oportunidad de jugar afuera (Chile, Argentina o Italia). Tienes 31, carajo, es ahora o nunca.

Ruidíaz: El enano solo tuvo minutos ante Chile y quedó en deuda. Pero era obvio, pues. Un pequeñín de metro sesenta difícilmente va a cumplir la función que Paolo realizó: pelear solo con fuerza y técnica. De todos modos, complicó a la defensa con su gambeta y paso pericotero en más de una ocasión. Junto con Ávila, dos delanteros jóvenes a tener en cuenta y a desarrollar, sobre todo, en el rubro alimenticio. Pero ojo que el pelotón de delanteros suplentes es grande: Fernández, Rengifo, Aguirre… en fin. A ti ofertas te llueven, tu problema es el mismo que el de Revoredo: no dejes que la “U” te ponga tantas trabas. Ya dejaste pasar grandes oportunidades con lo del Udinese.

Guerrero: El otro peruano que pondría en el once ideal de la Copa. La figura de la competición, a mi entender. Muy por encima de Suárez, quien no tuvo que ponerse un equipo al hombro día tras día. Fue el goleador del certamen y consolidó el rendimiento que ningún delantero consolidaba desde las épocas de Navarro. En serio, debe haber sido la mejor racha de un atacante con la camiseta de la selección en los últimos veinticinco años: seis goles, seis partidos. Con esto, titular por encima de Pizarro en las Eliminatorias. Impresionante en la técnica y la facilidad para sacarse rivales, aunque se excedió en la individual en algunas ocasiones. De Italia, Inglaterra, España y Alemania lo llaman… es su momento.

Ya, eso es todo. Faltan jugadores, faltan evaluaciones… lo que no falta es entrenador. Eso quedó demostrado. Y sus decisiones, luego de esta enorme prueba de capacidad y conocimiento, habrá que respetarla por sobre todas las cosas. Sin creernos los mejores del mundo y sin empezar a mirar a rivales de nuestro nivel o superiores como equipos a los que se puede pasar por encima. No. Perú no está para eso y ese debe ser el mensaje que más hondo debe calar luego de este tercer puesto. Ese y que sí se puede si se ponen huevos y concentración.

5 comentarios:

  1. Excelente blog!! publicítalo más

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  2. EN algunos concuerdo y en otros no. Y algo que te aconsejo es que eres demasiado credulo con la prensa peruana, la prensa por vender dice cualquier cosa, el unico hasta ahora vendido es cruzado y lo mas probable es que el otro q salga es chiroque y los demas creo que se quedaran en peru. UN CONSEJO NOMAS, LA PRENSA DE ACA ES VENDE HUMO

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  3. http://www.facebook.com/Pag.Oficial.Yo.soy.Peru

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  4. Excelente analisis, deverias esatr en Tv.

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  5. No es que nos creamos todos los rumores de la prensa, es solo anunciar (cosa que no es un secreto) que hay jugadores que tienen ofertas para irse a jugar afuera.

    Gracias, Robert, si sabes de algo por ahí, avisa :)

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